martes, 13 de diciembre de 2011



Hoy quiero ser un poco más libre que ayer, menos esclava de mi misma, de los sentimientos que debEn ser no como son, sino como se espera, quiero sentirme más cerca de mi misma y abrazar el
momento, sonreir porque se me da la gana, escribir un poema en el instante en que quiera expresar algo, sin temer decir lo que soy y lo que siento, significarme a mi misma.

Darme cuenta que mis límites no me alejan de la gente y el mundo, mis límites me alejan de ser yo misma. y perderme un poco más a cada minuto que pasa, sin lágrimas que hayan dolido tanto porque las reprimí, sin palabras dulces que pudieron alegrar a otro, por temor a mostrar mi vulnerabilidad, sin
el gozo de una canción que me provoca, porque otros pensaban que no lo merecía, de no hablar con Dios cuando Él es el mayor consuelo, de no beber de la copa de la gente amada, de dormir cuando podía compartir un momento con otros, de escribir algo que pudiera ser agradable para otros, cuando primero tiene que agradarme a mi, y hablar de mi, de lo que siento, como lo siento, sin pretextos, sin texturas falsas.

Estar más orgullosa de mi naturaleza única, irrepetible y frágil, recordarme todos los días que debo ser mejor de lo que hoy soy, que siempre se puede hacer algo para hacer valer cada día, hacer que la sangra corra, tener el mérito de vivir.

No imaginar qué es lo que pensará la gente cuando lea estas líneas, si son pueriles o mal escritas, si son idealistas o de mal gusto, sino pensar en la manera en que me siento ahora mismo mientras escribo cada una de ellas, saber que ahora mismo se me va la vida, mi tiempo presente y que como dijo Cerati, siempre es hoy.

Hoy quiero decir que quiero estar en paz con mi alma, con la persona que llevo a diario conmigo a todas horas, que la felicidad es aquello que decía Benedetti que era más que un estado gozoso, de festival perpetuo.

La felicidad es lo que se encuentra detrás de cada momento, de cada instante, en la más leve y ligera
sensación de bienestar, de armonía. No es inalcanzable, pero se necesita renunciar a la falsa idea y aceptar lo que somos, lo que tenemos, lo que vivimos.

Se necesita valor para dejar ir aquello a lo que nos aferramos tanto, se necesita valor para decirle nunca más a un sentimiento que nos regalo tanto.
Se necesita valor para aceptar el cambio y aceptar que crecemos, sino a la par de las circusntancias, si a la par de nuestros dolores y desventuras, y que no por caernos más veces somos menos capaces.

Se necesita valor para caer, para llorar nuestras penas y nuestros intentos fallidos, para sostener una
mano y ser honestos cuando decimos te quiero.

Al inal de nuestros días, cuando digamos adiós a la vida, de ésta nada nos llevaremos, todo habrá terminado en un abrir y cerrar de ojos.. cuando estemos muertos, de nada nos acordaremos,
pero si hoy mismo puedo sentir más profundamente las cosas que tengo y aprender de las experiencias
que he vivido, la vida no será en vano.
Vida nada me debes, vida estamos en paz.



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