jueves, 2 de agosto de 2012

NO VOLVERÁS A VER LA MIRADA DEL CHICO TRISTE QUE OBSERVABA EL INFINITO..


Hoy me di cuenta de una cosa, me cayó el insight... ¡damn!!! y no fue agradable, porque por unos momentos mi mente desvarió, se sacudió y estaba muy alto, volando en tierras extrañas y desconocidas, yendo hacia la luz de la muerte, de la confusión y la amvibalencia, mieles difíciles de digerir. El caso es que hay trancazos que a veces hasta se disfrutan, o que bien, valen la pena. Este fue uno de ellos, sin embargo, es difícil aceptar que hay momentos en la vida que son sólo eso, instantes, que deben irse para no regresar jamás... pero como diría un buen poeta, que es la vida sino una cadena de eso, instantes? así que no hay devolución ni culpa, el agridulce me sienta, lo saboreé despacio, sútil, enajenante.
Ríe cuando puedas, ama a plenitud del momento y nunca te arrepientas de eso..


Como diría alguien por ahi, hay que darle carpetazo al asunto, no más pensar innecesario y molesto, no torturarme más por que eso conlleva a la locura (gracias Accio) y eso también se me da fácil y sencillo.


Ya puedo guardar este telón como una obra concluida y ponerme de nuevo la máscara aquella...

Objetiva, Fría, Distante. Ajena.







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