viernes, 7 de marzo de 2014

CUANDO UNA PUERTA SE ABRE
no siempre es para que entres.

También puedes salir.


Aceptaré el reto, con todo lo que venga, con todo lo que implique, me creceré al castigo como una guerrera, asumiendo que las cosas pasan por algo, que a veces el destino se juega a volados, y el volado no me eligió precisamente a mi, pero yo sí lo elegiré a él, y demostraré una vez más que ahí en donde las piezas faltan, también sobra un corazón que late, una voluntad dispuesta, un alma de hierro.
Invicta, no vencida. No me desbaraté ante el dolor, no soy inmune al sufrimiento, pero ciertamente a través de él puedo mejorar quién soy.

Gracias Señor también por aquellas cosas que me niegas. Hay destinos que tienen que ser forjados.
Hoy me lo mostraste.. Sólo Tu sabes por qué me quieres que permanezca ahí..




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