domingo, 9 de octubre de 2011

La Tregua

Acabo de leer La Tregua, de Mario Benedetti, y hay cosas dentro del libro que me gustaron mucho, con las que me identifiqué o encontré belleza. Estos son los extractos.

"Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre de dónde pisa, y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído a quien no le importa por dónde corre la pluma ni qué cosas escribe la tinta azul que a los ocho meses quedará negra"

"It's like i divided in two disparate entities, contradictory, independent, one that knows by memory
its work, that dominates to the maximum its variants and recesses, that it's always sure about where he walks, and other who is dreamy and febrile, frustrantingly passionate, a sad guy that, however, had, have and will, vocation of joy, a distracted to whom doesn't care  to where runs the pen or the things that the blue ink writes, that after eight months, will turns black"

"....Conozco todos sus datos, pero no quiero saberlos de segunda mano, sino recordarlos directamente, verlos con todo detalle frente a mí tal como veo ahora mi cara en el espejo.
Y no lo consigo. Sé que tenía ojos verdes, pero no puedo sentirme frente a su mirada.."

"Con Isabel era diferente, porque había una especie de comunión y, cuando hacíamos el amor, parecía que cada duro hueso mío se correspondía con un blando hueco de ella, que cada impulso mío se hallaba matemáticamente con su eco receptor. Tal para cual. Igual que cuando uno se acostumbra a bailar con la misma pareja. Al principio, a cada movimiento corresponde una réplica; después, la réplica corresponde a cada pensamiento.
Uno solo es el que piensa, pero son los dos cuerpos los que hacen la figura."

"Pero, en definitiva, ¿qué es Lo Nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a los otros, un secreto compartido, Un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa, ni -menos que menos- un noviazgo.
Sin embargo, es algo más que una amistad."

"La felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar.
La gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo.
No, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos otra cosa) y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar.
Es semejante a lo que pasa con los desilusionados de la Gruta AZul.
Lo que ellos imaginaron es una gruta de hadas, no sabían bien cómo era, pero sí que era una gruta de hadas, en cambio llegan ahí y se encuentran con que todo el milagro consiste en que uno mete las manos en el agua y se las ve levemente azules y luminosas"

"De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el gesto máximo de bienestar, era la Dicha.
Nunca había sido tan plenamente feliz como en ese momento, pero tenía la hiriente sensación de que nunca más volvería a sentirlo, por lo menos en ese grado, con esa intensidad.
La cumbre es así, claro que es así. Además estoy seguro de que la cumbre es sólo un segundo, un breve segundo, un destello instantáneo, y no hay derecho a prórroga."

"Sé que cuando uno ve las cosas desde afuera, cuando uno no se siente implicado en ellas, es muy fácil proclamar qué es lo malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está metido hasta el pescuezo en el problema, las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que sólo observa."

"Aunque yo viajara, aunque me fuera de aquí y tuviera oportunidad de sorprenderme con paisajes, monumentos, caminos, obras de arte, nada me fascinaría tanto como la Gente, como ver pasar a la Gente y escudriñar sus rostros, reconocer aquí y allá gestos de felicidad y de amargura, ver cómo se
precipitan hacia sus destinos, en insaciada turbulencia, con espléndido apuro, y darnos cuenta de cómo avanzan,  inconscientes de su brevedad, de su insignificancia, de su vida sin reservas, sin sentirse jamás acorralados, sin admitir que están acorralados."

"A veces pienso que ella es como una horma que se ha instalado en mi pecho y lo está agrandando, lo está poniendo en condiciones adecuadas para sentir cada día más. Lo cierto es que yo ignoraba
que tenía en mí esas reservas de ternura. Y no me importa que ésta sea una palabra sin prestigio. Tengo ternura y me siento orgulloso de tenerla. Hasta el deseo se vuelve más puro, hasta el acto más definitivamente consagrado al sexo se vuelve casi inmaculado.
Pero esta pureza no es mojigatería , no es afectación, no es pretender que sólo apunto al alma.
Esa pureza es querer cada centímetro de su piel, es aspirar su olor, es recorrer su vientre, poro a poro. Es llevar el deseo hasta la cumbre."

"No quise ir a su casa no quise verla muerta, porque era una indecorosa desventaja.
 Que yo la viera y ella no. Que yo la tocara y ella no. Que yo viviera y ella no.
Ella es otra cosa, es el último día, allí puedo tratarla de igual a igual.
Es ella bajándose del taxi, con el remedio que yo le había comprado, es ella caminando unos pasos y dándose vuelta para dedicarme un gesto. El último, el último, el último gesto. Lloro y me aferro a él."

"...Estoy demasiado alerta como para sentirme totalmente feliz. Alerta ante mí mismo, ante la suerte, ante ese único futuro tangible que se llama mañana. Alerta: es decir desconfiado.
Sin embargo, ¿de qué me sirvió esa desconfianza? ¿Acaso la aproveché para vivir más intensa, más afanosamente?"

"Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido.
Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa,
ella me daba la mano, y eso era amor."
"Después de tanta espera, esto es el ocio. ¿Qué haré con él?"

Acabo de leer esta historia y de mirar el film argentino, que es sin duda, una adaptación totalmente fidedigna al libro, el ambiente, el manejo del lenguaje y las caracterizaciones son muy fieles y acordes, a diferencia de otras 'adaptaciones' que se han hecho, aunque quizás lo único que rescataría como un punto que faltó para que esta película fuera totalmente buena desde mi punto de vista, fue poner énfasis en los matices que el personaje principal, Martín Santomé, iba confiriéndole a su personal historia.
Añadir pensamientos e ideas textuales, como un personaje omnipresente que narra los hechos y guia la historia, porque es un hecho que quienes leyeron el libro pueden comprender perfectamente la esencia de cada escena y saber lo que sus personajes querían decir en ellas, pero la historia debe ser llevada a todos, especialmente a los que no la han visto, y en este sentido, ellos no pueden conocer estos matices más profundos y esenciales que Benedetti plasmó en su obra.

Lo principal de esta historia, es conocer que la trama comienza con un hombre maduro, cansado, agobiado por la rutina y la indiferencia que envuelve su entorno, un hombre que quizás se aflige de la poca comunicación que mantiene con sus hijos, el mundo íntimo de éstos al cual él no tiene acceso, sus recuerdos con imágenes diluidas y cada vez menos vívidas de un matrimonio que quedó en el pasado hace muchos años y sus planes próximos a su jubilación.
Un hombre que desea establecer una vida futura digna, sino ya intensa y plena, y cómo a  medida que conoce a esta mujer, Laura Avellaneda, va recobrando sus deseos más profundos, una esperanza genuina y alentadora, un futuro para dos, una segunda oportunidad para sentir, y cómo estos sentimientos renovados se ven interrumpidos por la muerte, cómo el personaje regresa a esa etapa inicial, como si nada hubiera sucedido en ese intermedio, en esa tregua que la vida le concedió, y desde el principio hubiera sido sentenciado a un futuro de soledad que se torna ahora, mucho más sombrío e incierto.

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