jueves, 6 de octubre de 2011

Punto de quiebre

Quisiera poder tener una sola palabra que abrazara toda la amargura, la tristeza, la desilusión, está ansiedad.. pero no la encuentro, sólo palabras frías a las que pretendo asir la ambivalencia de mis sentimientos, de mi pensamiento dividido, de esta sensación en las manos, recorriendo mi cuerpo, buscando un escape, que nunca llega.
No quiero vivir en su indiferencia si no le place, si ya nada es suficiente, o si por el contrario, todo es tan suficiente que ya no hay nada más que hacer.
Hoy tuve un sueño, una intención pura de intentar, de permitirme estar con quien era importante para mi, pero no fue así, ya no funciona así. Parece que a cada paso que me acerco la distancia es más grande, a cada petición que hago la distancia se hace más grande, a cada sentimiento frustrado la distancia es más grande, y las lágrimas sólo son un pedazo más de este rumbo desconocido, en el que ya no sé qué pensar o cómo actuar; todo parece tener pros y contras.. pero más contras según puedo ver.
No sé si estoy pidiendo demasiado, si mi idea de conservar esos pequeños detalles que alguna vez tuve es ahora irrelevante, equívoca, imposible. Si acaso mis espectativas son a esta altura por demás, y la única expectativa que debería tener es la de no tener ninguna. Serviría? Si, si creo que serviría, pero también creo que si me dejara convencer por ella, no quedaría nada que atesorar, nada que perseguir, nada por lo que valiera la pena continuar insistiendo.
Si por el contrario, me importan tanto ciertas cosas que no deberían importarme, que debería dejar pasar y dar sólo aquello que tengo en ese momento al alcance de mi mano, sin esforzarme siquiera un poco más, viviría a medias, sentiría a medias, me dolería a medias..
No quiero vivir en su indiferencia, no quiero abrazar el vacío, atarme a algo inexistente, hacerme castillos en el aire y reir y llorar un recuerdo en el viento, que ya se ha ido quizás y nos ha dejado aún esperando, débiles, heridos, sin esperanza ni latido.
En mi vida, muchas cosas me duelen, especialmente aquellas que no se ven, pero que a cambio de eso, se sienten con toda su fuerza, con toda su bruma, y el coraje es entonces contra mi misma, por haber permitido que aquello que me duele estuviera mal, por no haber tomado la decisión correcta, la mejor actitud, por decir algo que no debía, por callar aquello que sí debí decir, por dejar que me dominaran tantas emociones, por no saber distinguirlas entre ellas, y ser una mezcla más, envuelta en ellas, de tristeza y enojo.
No quiero recibir los despojos que aun le quedan por dar, sus medios detalles, sus medios todo.. me duele sin embargo, conocer mis errores, dolerme de ellos porque su cosecha está hecha y lo que recibo es amargo y triste.
En el medio de esa desdicha me duelen los rostros que he desprotegido, la ternura que he perdido, lo que es (o era) verdaderamente puro y genuino.
Aún espero por una palabra que no llegara, por un sentimiento de necesidad que ya no existe, por una frase que suene a pertenencia, a solución, a verdadera intención de permanecer.
Aún soy tan ingenua para esperar, para querer hacer.. quizás en verdad estoy mal, y mi actitud no es más que la egoísta sombra que somete lo que es bueno y noble, aún en su imperfección.
Quizás todas mis ideas estén tan errónes que no pueda explicarme con una respuesta que me satisfaga, lo que está pasando, lo que estoy sintiendo, quizás simplemente soy una trágica egoísta que condena incluso a la tragedia aquello que no debía ser, o quizás, en mi incomprensión y egoísmo, sé y puedo decirme abiertamente, que todo lo que hice, que toda la razón fue, por amor.
Quizás ni siquiera eso es cierto y yo de verdad no sepa, lo que es el amor.
entonces quizás todo tendría sentido..

Lo cierto es que, cada día que pasa, soy despojada de algo más..

(...) Cuando se plasman en palabras pensamientos y emociones que han estado ocultas bajo el velo de lo que no decimos, de lo que no compartimos, es como mirar una foto, como sostener una piedra, como saborear un nuevo sabor.. se vuelve tangible aquello que no lo era, le robamos un pedazo de tiempo a lo que ahora es pasado, lo hacemos nuestro, como una obra de arte, que sin serlo, es aun asi contemplado por nosotros mismos. Acaso quise borrar una a una las palabras que escribí, pero sería como romper una fotografía, tirar a la basura un objeto preciado, arrancarle una hoja al diario donde escribimos, sería engañarme con su ausencia que si bien no estaría en palabras, estaría en mi pensamiento, en mi tribulación.
Posiblemente así es como se aprenda en la vida, a través de ensayo y error, de cometer errores y sufrirlos, de perder muchas cosas, de ganar si se tiene suerte, también otras, de atesorar indistintamente aquello que cautivó nuestros sentidos en algún momento del tiempo, de ser alguien que pueda perderse en medio de sus emociones y querer huir de ellas, de sí mismo, para ser al otro instante una persona renovada, esperanzada, ecuánime..

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