La luz del dìa se disipa
en lo que llamo tus ojos,
tú la retienes,
la guardas para ti cuando llega la noche
y te iluminas en lágrimas
y tristeza hechas luz,
para no quedarte a oscuras
tú y tus pensamientos,
tu miedo y la fragilidad
en la que dejas de llamarte bella
para ser simplemente tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario