no te hiciera más frágil
y pudieras quedarte callado siempre,
esperando el consuelo de mis palabras
inexistentes
Si en tus ojos cayera la sombra
y el rayo luminoso que no ves
te cegara la vista
y mis manos ansiosas
pervirtieran tu ausencia
y en tus labios callados
resbalaran promesas
Cuantiosas gotas de sal
añejadas como lágrimas en los ojos
se pierde el sentido de la realidad
cuando al olvido nos sacrificamos
y en vano esperamos que el destino se
cruce,
y lo único que se cruza es la noche
en llamas ardiendo..
Nuestros cuerpos se exinguen
y en la soledad nos diluimos en nada,
como el ruido perdido en aquel
resquicio olvidado
sucitando lamentos,
lamentos que suenan a nada
Somos el calor en la vela derretido
y el sopor del vacío atorado
como un quejido,
la puerta del falso hastío
dolor del viejo llanto enegrecido
vamos mutando
cambiando de piel como quien deja
rastro
En el sueño nuestros temores
ladrando desesperados
se siente la frustración de cada día
se mueve el cuerpo tan falto de
empatía
Como litio en la mente del
desquiciado,
que grita a diario entre
la cerradura de su cuarto,
sin saber si aún siente,
o si son los vidrios del suelo
aquellos que le provocan el llanto..
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