martes, 6 de septiembre de 2011

Si..

Si arrullarte en silencio
no te hiciera más frágil
y pudieras quedarte callado siempre,
esperando el consuelo de mis palabras

inexistentes


Si en tus ojos cayera la sombra
y el rayo luminoso que no ves
te cegara la vista

y mis manos ansiosas
pervirtieran tu ausencia
y en tus labios callados
resbalaran promesas



Cuantiosas gotas de sal
añejadas como lágrimas en los ojos
se pierde el sentido de la realidad
cuando al olvido nos sacrificamos



y en vano esperamos que el destino se
cruce,
y lo único que se cruza es la noche

en llamas ardiendo..


Nuestros cuerpos se exinguen
y en la soledad nos diluimos en nada,
como el ruido perdido en aquel

resquicio olvidado
sucitando lamentos,
lamentos que suenan a nada



Somos el calor en la vela derretido
y el sopor del vacío atorado

como un quejido,
la puerta del falso hastío


dolor del viejo llanto enegrecido
vamos mutando
cambiando de piel como quien deja

rastro


En el sueño nuestros temores
ladrando desesperados
se siente la frustración de cada día
se mueve el cuerpo tan falto de

empatía


Como litio en la mente del
desquiciado,
que grita  a diario entre

la cerradura de su cuarto,
sin saber si aún siente,
o si son los vidrios del suelo
aquellos que le provocan el llanto..

                                    

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