No importa cuantos anocheceres pases en vela,
sino cuántos amaneceres contemples al despertar.
No importa cuántas lágrimas mojen tu rostro,
mientras sea una sonrisa la que las pueda secar.
No importa si tu corazón ha estado herido,
si me das la oportunidad de poderlo sanar.
El dolor no es egoísta, ni tampoco altruista,
es un arma caliente que te corre fría por el cuerpo..
es como el amor, pero al contrario.
Es como la luz a la oscuridad,
como el blanco al negro,
como la compañia a la soledad.
Es oscuro, es vacío
y es mentira y es verdad.
Es el brillo de mis ojos
y es la negación en tu mirar.
Es esto mismo que yo siento,
cuando no vienes, cuando te vas.
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